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Acerca de los Brotes

Cuando un grano de cualquier cereal o leguminosa cuenta con el agua, oxígeno y calor suficientes germina. Una vez germinados son más nutritivos y fáciles de digerir. Las semillas así tratadas se incluyen en la dieta porque permiten vivir más años y hacerlo con buena salud.

En un momento en que ya ha quedado clara la relación entre algunas enfermedades como la hipertensión, la arterosclerosis o la diabetes con los malos hábitos alimenticios, cada vez son más conocidos y aceptados los alimentos germinados tradicionales de otras culturas, como la soya, típica en Extremo Oriente.

Los granos de cereales y leguminosas son alimentos "concentrados" y, debido a su bajo contenido en agua y su riqueza en hidratos de carbono complejos -como el almidón- y proteínas, no deben consumirse crudos. Para que al organismo le resulte más fácil su asimilación se comen cocidos o asados. Con ello, se realiza una especie de “predigestión” que nuestro organismo no podría realizar por sí sólo. Los germinados, en cambio, es como si ya hubieran alcanzado ese estado.

Un poco de historia

El uso de semillas germinadas en la alimentación y en la medicina es dos veces más antiguo que la Gran Muralla China. Cerca de 3 000 años antes de Cristo, el Emperador de China escribía sobre las hierbas medicinales y los frijoles germinados los cuales en esa época eran prescritos para dolencias como edemas, contracciones musculares, deficiencias en el funcionamiento de las vísceras, desórdenes digestivos, debilidades pulmonares y problemas relacionados con la piel y el pelo. Los chinos y japoneses germinaban los frijoles de soya, el de mungo y la cebada como suplemento alimentario fijo de su dieta.
En Occidente, las germinaciones fueron también usadas, primeramente como medicina y después como alimento. El Capitán Cook —conocido como uno de los mejores navegantes del Siglo XVIII— fue el primero que realizó un viaje por el océano que duró más de tres años sin perder ni un sólo hombre por causa del escorbuto. Antes de este viaje la mayoría de los barcos perdían la mitad de sus tripulaciones durante las largas travesías. El secreto de Cook consistía en darles a sus marineros una bebida fermentada obtenida a partir de frijoles germinados.
Durante la Segunda Guerra Mundial en los Estados Unidos se prepararon condiciones para hacer de los brotes de soya un producto de primera necesidad para los norteamericanos. En aquellos años se lanzó una campaña para enseñar a prepararlos y así crear una reserva alimentaría estratégica para los tiempos de la guerra. A partir de 1948 se olvidó todo este programa y no es hasta entrados los años setenta, con el boom de los aeróbicos y las campañas sobre cultura física y alimentación sana, que comienzan a tomar un papel cada vez más importante en la alimentación humana. En la actualidad los brotes son reconocidos como alimentos muy especiales entre las personas con tendencias a las prácticas del naturismo.

Bomba nutricional

En su valor nutritivo se parecen a las frutas y verduras, ya que, al igual que éstas, contienen gran cantidad de vitaminas -en especial A, B, C, E y K-, minerales, enzimas y clorofila.
También resultan muy atractivos si se mira su contenido en azúcares simples, que aportan energía y se asimilan fácilmente. El contenido en aminoácidos también se incrementa entre un 10% y un 30%, y lo mismo sucede con el hierro asimilable. Esta composición, hace que resulten idóneos para estimular los procesos digestivos. Su consumo se recomienda en casos de anemia y para personas con el estómago delicado, que pueden comer legumbres cocinadas, pero sí sus germinados.

Con las calorías justas

Además, son alimentos que aportan muy pocas calorías. Las grasas y almidones de las semillas se transforman en carbohidratos simples, proteínas, vitaminas y minerales -especialmente fósforo-. Los brotes de soya, por ejemplo, sólo tienen 30 calorías por cada 100 gramos.

Los germinados se pueden consumir de diferentes maneras. Algunos tienen mejor sabor cuando han sido cocinados, como sucede con la soya, cuyas proteínas son así aún más fáciles de asimilar. Con ellos se pueden preparar tortillas, sopas de verduras, purés, ensaladas, guarniciones para las carnes o pescados. Incluso se puede añadir al relleno de un sandwich, como ingrediente en las salsas de tomate, o como novedad en un plato de arroz.

Sus bondades y Valor alimentario

Constituyen una nutrición sana. Es un método barato de tener nutrientes diversos (Vitaminas, minerales, oligoelementos y fibras, proteínas vegetales).
No contienen agroquímicos.
Limpian y enjuagan el cuerpo
Los granos germinados no contienen colesterol.
Los germinados son alimentos pre-digeridos por el proceso que ellos toman.
Se usan mucho en la alimentación de convalecientes (enfermos de lupus y cáncer, por ejemplo), porque se digieren fácilmente.

Los granos y legumbres recién germinados tienen una gran cantidad de clorofila, vitaminas, minerales, oligoelementos y otras sustancias vitales.
Entre las vitaminas pueden ponerse como ejemplo las contenidas en los brotes: A, B, B6, B12 (difícil de encontrar en los vegetales), B17, C, E, ácido fólico, pantoténico, además de colina. También poseen calcio, hierro, magnesio, cobre, cinc, yodo, potasio junto con los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para formar las proteínas necesarias para restaurar sus tejidos.

Los germinados constituyen uno de los mejores alimentos que la naturaleza nos ha dado

De poderoso efecto regenerador y curativo, se dice que el jugo de brotes impide el desarrollo del cáncer, ayuda a corregir la anemia, equilibra la presión arterial, alivia el estreñimiento, aumenta la actividad hormonal, hace que desaparezcan las canas y por sobre todas estas propiedades ayudan a desintoxicar el organismo de muchos agentes contaminantes presentes en nuestro medio ambiente.
Un buen número de científicos ha publicado sus descubrimientos sobre el valor de los brotes como alimento y es bien amplia la literatura de que se dispone en la actualidad como para no dudar de la necesidad de introducir los brotes en nuestra alimentación y en nuestra vida cotidiana.

Bibliografía: Los germinados en la alimentación - Claude Gélineau - Manuales Integral - Brotes y germinados caseros Ediciones Obelisco

Sistema de Producción

Nuestros brotes son producidos mediante un sistema de cultivo hidropónico.
La palabra hidroponía se deriva del griego Hydro (agua) y Ponos (labor o trabajo) lo cual significa literalmente trabajo en agua.
Este moderno sistema de cultivo tiene la ventaja de no requerir la utilización de tierra ni agroquímicos. Las cámaras son totalmente automatizadas. Las claves de una exitosa producción son el agua, la temperatura, y la humedad.
Además los brotes se caracterizan por su alto poder nutritivo y pueden ser utilizados en todo tipo de ensaladas y comidas tanto rápidas como elaboradas.

Ventajas de los Germinados

Son alimentos vivos: Aunque también las frutas, los cereales y las hortalizas en su estado natural son alimentos vivos, en los germinados la vida está presente con toda su fuerza. Esto significa que los germinados son ricos en sustancias de gran valor biológico necesarias para nuestro organismo, como las vitaminas y las enzimas.

Están predigeridos: las enzimas que se sintetizan durante la germinación comienzan la digestión del almidón, las proteínas y las grasas depositadas en la semilla. Este proceso químico es similar al que ocurre en nuestro organismo durante la digestión. Por ello, los germinados son fáciles de digerir y se asimilan muy bien.
Contienen muchos nutrientes y proporcionalmente pocas calorías, por lo que se recomienda en las dietas antiobesidad.

Tienen propiedades medicinales:
- Estimulan los procesos digestivos.
- Regeneran la flora intestinal.
- Son antioxidantes, depurativos y remineralizantes.

Son sencillos de preparar: se comen tal cual, crudos en ensalada o formando parte de diversos platos cocinados.

Nos sensibilizan respecto al valor de los procesos vitales que se desarrollan en la naturaleza. Observar cómo germina una simple semilla, nos hace apreciar más lo extraordinario que resulta el fenómeno de la vida.

Transformación de las sustancias de reserva:
- Las largas moléculas de almidón se rompen en otras más pequeñas, como las de dextrina y maltosa, que acabarán desdoblándose en glucosa en el aparato digestivo.
- Las proteínas se transforman en fragmentos con un menor número de aminoácidos (péptidos) y en aminoácidos libres.
- Las grasas liberan los ácidos grasos que las constituyen.

Síntesis de nuevas sustancias, como por ejemplo:
- Vitamina C, que no estaba presente en la semilla;
- Clorofila, pigmento vegetal que resulta muy saludable.

Eliminación de los factores antinutritivos que encuentran en las semillas, especialmente en las de las leguminosas, como las hemaglutininas, el ácido fítico y los inhibidores de las proteasas. Estas sustancias hacen necesaria la cocción de las legumbres para inactivarlas, pero desaparecen con la germinación.

 

Consultas: